Tejas

El tejado es normalmente la parte superior de cualquier edificio tradicional, y se conforma con hileras de tejas de barro cocido (o de otros materiales) que, en conjunto, sirven para formar las cubiertas para los  techos y hacer que escurra el agua de la lluvia. Las tejas son según su forma planas o curvas, lisas o acanaladas y regulares o irregulares.

Las tejas en miniatura para maquetas también pueden clasificarse según su material: cerámicas (de barro cocido), hidráulicas (de mortero) o de piedra (como las pizarras), existiendo también las tejas de plástico y las de madera. 

El empleo de tejas para cubiertas se atribuye a los chinos y los griegos, que utilizaban placas de cerámica, delgadas y mínimamente curvadas. Pero la forma de las piezas y los materiales han ido variando según las épocas, culturas y regiones, aunque su uso se haya mantenido similar a lo largo de los siglos.
 

Un tejado tiene dos piezas fundamentales: la teja canal, que recoge las aguas de lluvia y las canaliza hacia fuera del tejado, y la teja cobija, que cubre la junta entre las canales.

Las tejas de miniatura planas son piezas cerámicas conformadas con superficies lisas planas o, en el caso de las más modernas, con resaltes en los bordes para los encajes; su grosor es variable.

Las tejas curvas se pueden clasificar en tejas árabes (que tiene forma de canal cónico), tejas mixtas (tienen la canal plana y también incluyen en sí mismas la cobija) y tejas romanas (son tejas mixtas con los bordes de la canal levantados o acanalados).
 

A teja vana, a la provenzal, sobre tablero de obra, “Imbrice y  tégula”, a la segoviana, … son diversas las colocaciones que permiten las tejas y los nombres que reciben esas configuraciones en cada región.